La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado una amplia variedad de sectores, y la industria de la manufactura no es la excepción. Se espera que esta tecnología transforme el control y la automatización de procesos industriales, permitiendo que las plantas operen con mayor eficiencia. Sin embargo, un reciente análisis realizado por McKinsey sugiere que, a pesar de los avances, las fábricas completamente impulsadas por IA aún son una meta lejana.
Actualmente, solo un pequeño porcentaje de las plantas industriales ha comenzado a implementar IA en sus procesos. Esto se debe a que la adopción de esta tecnología enfrenta desafíos estructurales y organizativos importantes, los cuales deben abordarse antes de que las fábricas puedan funcionar bajo un enfoque totalmente automatizado y orientado por IA.
El estado actual de la IA en las fábricas
De acuerdo con el análisis de McKinsey, solo el 10% de las plantas que emplean procesos de manufactura para producir productos químicos, combustibles y otros ingredientes están utilizando IA para describir, predecir e informar decisiones de proceso. Aunque este número es pequeño, los expertos ven un futuro en el que más plantas adoptarán modelos avanzados basados en datos para mejorar el rendimiento en sistemas complejos.
Las fábricas que emplean IA hoy en día se benefician principalmente en áreas de monitoreo y control, donde los sensores y los sistemas de control de procesos juegan un papel clave. No obstante, para que las fábricas puedan aprovechar todo el potencial de la IA, es necesario realizar importantes actualizaciones en la infraestructura.
Un aspecto clave señalado por el informe es la necesidad de actualizar los sensores y controles de proceso en las plantas. El 75% de las fábricas ya cuentan con la instrumentación necesaria para controlar variables críticas como la densidad o la potencia de los molinos. Sin embargo, solo el 70% de estos instrumentos están debidamente calibrados y catalogados, lo que dificulta una integración eficaz de la IA.
Retos para la adopción de fábricas impulsadas por IA
Uno de los principales obstáculos es la falta de sistemas avanzados de control de procesos (APC, por sus siglas en inglés). Estos sistemas actúan como una capa superior que optimiza los sistemas de control básicos, como los controladores lógicos programables o los sistemas de control distribuido. A pesar de su importancia, solo el 34% de las plantas han instalado APC para operaciones unitarias críticas, y de ellas, solo el 63% realmente los utiliza.
Además, muchas plantas no cuentan con equipos dedicados a la tecnología de la información (TI) que puedan respaldar la implementación y escalabilidad de las soluciones basadas en IA. Solo el 18% de las plantas tienen equipos de TI enfocados en el despliegue de IA, lo que representa una barrera significativa para la adopción de estas tecnologías.
Otro reto mencionado en el informe es la tendencia de algunas plantas a instalar sensores de manera indiscriminada, sin una estrategia clara para crear valor a partir de los datos recopilados. Sin una planificación adecuada, la integración de nuevos sensores puede convertirse en un gasto innecesario en lugar de una inversión útil.
Pasos para preparar las fábricas del futuro
Antes de que los gerentes de planta implementen un enfoque impulsado por IA, es fundamental que sigan una serie de pasos para asegurar una integración exitosa. En primer lugar, se requiere el desarrollo de un equipo de TI dedicado a tiempo completo que se encargue de liderar el despliegue de soluciones de IA. Esto no solo facilita la implementación de nuevas tecnologías, sino que también permite el soporte continuo y la resolución de problemas a medida que surgen.
Además, es crucial aumentar la cobertura de sensores en las plantas y asegurarse de que los instrumentos ya instalados estén correctamente calibrados y catalogados. Solo con un sistema de sensores y controles bien gestionado es posible aprovechar al máximo la IA para optimizar procesos.
Otro paso importante es mejorar el uso de los APC ya instalados y ampliar su cobertura a operaciones clave dentro de las plantas. Los APC permiten a las fábricas no solo automatizar procesos, sino también optimizarlos, conectando los sistemas de control de nivel básico con modelos de asesoría que describen, predicen e informan decisiones.
Finalmente, es esencial incorporar una estrategia de gestión del cambio que permita integrar soluciones basadas en IA de manera fluida. Esto incluye la inversión en el desarrollo de capacidades y la formación de talento en áreas digitales, analíticas y ágiles, para asegurar que el personal de las plantas esté preparado para trabajar en un entorno impulsado por IA.
El camino hacia fábricas completamente impulsadas por IA está lleno de retos, pero también de oportunidades. Las plantas industriales que logren adoptar IA de manera efectiva podrán optimizar sus procesos, aumentar la eficiencia y mejorar su rendimiento general. Sin embargo, antes de que esto sea una realidad, es necesario realizar importantes actualizaciones en la infraestructura tecnológica y en la capacitación del personal. La IA promete revolucionar la manufactura, pero el viaje hacia una fábrica verdaderamente automatizada y basada en datos aún está comenzando.