Después de más de una década de mantener su promesa de ser una plataforma libre de publicidad, WhatsApp da un giro significativo en su modelo de negocio. Meta, la empresa matriz de la popular aplicación de mensajería, ha anunciado oficialmente la llegada de anuncios dentro de WhatsApp, una decisión que marca un antes y un después en la historia de esta app que fue adquirida por Facebook en 2014 por 19.000 millones de dólares.
Durante años, los fundadores de WhatsApp, Jan Koum y Brian Acton, defendieron con firmeza su rechazo a los anuncios y a las prácticas comerciales invasivas. Esa resistencia fue uno de los motivos por los que ambos acabaron dejando Facebook, al entrar en conflicto con los planes internos de monetización de la compañía. Sin embargo, la visión de Mark Zuckerberg ha terminado imponiéndose. En su estrategia por convertir a WhatsApp en el «próximo capítulo» de Meta, tal y como afirmó en una entrevista en 2022, el CEO ha decidido dar luz verde al despliegue de publicidad, comenzando con una modalidad menos intrusiva: los anuncios de estado.
Estos anuncios aparecerán exclusivamente dentro de la pestaña “Novedades” —el equivalente a las Stories de Instagram dentro de WhatsApp— y permitirán que los usuarios interactúen con las marcas mediante mensajes dentro de la misma aplicación. De esta forma, Meta espera equilibrar la necesidad de generar ingresos con el deseo de no entorpecer las conversaciones personales, que seguirán siendo privadas y cifradas.
Monetización a través de Canales y suscripciones
Más allá de los anuncios de estado, Meta también ha puesto en marcha una estrategia de monetización centrada en los “Canales” de WhatsApp, una función lanzada en junio de 2023 que permite a figuras públicas, medios de comunicación y organizaciones enviar actualizaciones de forma unidireccional a sus seguidores. Esta herramienta, inspirada en canales de difusión similares como los de Telegram, se ha convertido en un nuevo terreno fértil para generar ingresos.
A partir de ahora, los administradores de canales podrán pagar para promocionar su canal dentro del directorio de búsqueda de WhatsApp, de forma análoga a cómo funcionan los anuncios dentro de las tiendas de aplicaciones de Apple o Google. Esta opción permitirá que los canales obtengan más visibilidad y, potencialmente, un mayor número de seguidores.
Además, se introducirán suscripciones mensuales opcionales para acceder a contenido exclusivo dentro de los canales. Aunque Meta no cobrará una comisión en esta primera fase, ya ha adelantado que planea quedarse con el 10% de esos ingresos en el futuro. Este modelo recuerda a otras plataformas de contenido como Patreon o YouTube Memberships, donde los creadores pueden obtener ingresos recurrentes de sus seguidores más comprometidos.
WhatsApp como nuevo pilar comercial de Meta
Meta ya había estado experimentando con formas de integrar WhatsApp en su ecosistema publicitario. Una de ellas eran los anuncios en Facebook e Instagram que llevaban a los usuarios a iniciar una conversación en WhatsApp con un negocio. Esta estrategia ha funcionado especialmente bien para pequeñas y medianas empresas, facilitando una relación directa con los clientes. Con más de 3.000 millones de usuarios mensuales a nivel mundial —y más de 100 millones solo en Estados Unidos—, la aplicación representa un canal de comunicación masivo que ahora busca también convertirse en una fuente importante de ingresos.
Según Nikila Srinivasan, jefa de producto para mensajería empresarial en Meta, los nuevos anuncios se basarán en información básica del usuario como el país, la ciudad, el idioma, el tipo de dispositivo y los patrones de interacción con contenidos promocionados. Asegura, además, que no se comprometerá la privacidad de los mensajes personales, llamadas ni estados privados, los cuales seguirán protegidos por cifrado de extremo a extremo.
El modelo de negocio de WhatsApp había generado hasta ahora entre 500 millones y 1.000 millones de dólares al año, según estimaciones de analistas, principalmente a través de servicios para empresas. Sin embargo, con este nuevo paso hacia una monetización más amplia, Meta pretende convertir a WhatsApp en una verdadera plataforma de negocios, al nivel de sus otras propiedades como Facebook o Instagram.
A medida que Meta profundiza en la integración de anuncios y pagos dentro de sus plataformas, queda por ver cómo reaccionarán los usuarios de WhatsApp, tradicionalmente más celosos de su experiencia sin distracciones publicitarias. Lo cierto es que la decisión de Zuckerberg representa una ruptura definitiva con la filosofía original de los fundadores de WhatsApp y un paso audaz hacia un futuro donde cada interacción, incluso la más privada, puede formar parte del engranaje comercial de una de las compañías tecnológicas más influyentes del mundo.