Amazon ha dado un paso más hacia el futuro de la automatización con la presentación de su nuevo robot de almacén, Vulcan. Esta innovadora máquina no solo representa un avance tecnológico en términos de automatización, sino que también marca un punto de inflexión por su capacidad para “sentir” los objetos que manipula, una tarea que hasta ahora había sido exclusiva de los trabajadores humanos. El anuncio fue realizado durante un evento celebrado en Alemania, donde la compañía mostró el funcionamiento del robot que ya opera a pleno rendimiento en un almacén de Spokane, Washington.
A diferencia de otros brazos robóticos utilizados en los almacenes de Amazon desde 2021, Vulcan cuenta con una pinza equipada con sensores alimentados por inteligencia artificial que le permiten determinar la presión exacta y la torsión necesarias para manipular cada artículo. Este sistema de percepción táctil, que imita de forma rudimentaria el sentido del tacto humano, le da la capacidad de manejar con precisión el 75% de los aproximadamente un millón de productos distintos almacenados en la instalación de Spokane.
No se trata de reemplazar trabajadores, sino de crear nuevos empleos
Aaron Parness, director del equipo de Amazon Robotics y uno de los responsables del desarrollo de Vulcan, ha asegurado que el objetivo del robot no es sustituir a los trabajadores humanos. Según explicó en una entrevista con CNBC, la implementación de esta tecnología pretende generar empleos de mayor cualificación técnica, como el mantenimiento, instalación, operación y construcción de sistemas robóticos. En sus propias palabras: “No creo en la automatización al 100%. Si intentáramos que Vulcan realizara el 100% de las tareas de almacenamiento y recogida, sería inviable. Amazon entiende eso”.
La estrategia de Amazon pasa por delegar en Vulcan las tareas de almacenamiento en las estanterías superiores, aquellas que suponen un mayor riesgo físico para los empleados debido a la necesidad de subir escaleras y realizar movimientos repetitivos que afectan al cuerpo. Esta decisión responde a la intención de reducir las tasas de lesiones en el entorno laboral, un problema con el que Amazon ha lidiado durante años y que, aunque asegura haber mejorado, sigue siendo objeto de crítica pública.
Trabajadores como Kari Freitas Hardy, quien anteriormente se desempeñaba como «picker» y ahora colabora con los robots, han señalado que contar con un dispositivo como Vulcan durante sus turnos habría supuesto un alivio significativo. “Hay que subir y bajar una escalera docenas de veces durante una jornada de diez horas. Es un trabajo físicamente exigente. Si hubiera tenido esta innovación, mis días habrían sido mucho más fáciles”, explicó.
Eficiencia, precisión y nuevas oportunidades para el futuro
Vulcan, que puede operar durante 20 horas al día y manejar objetos de hasta 3,6 kilogramos, trabaja actualmente a una velocidad comparable a la de un humano. Sin embargo, se mantiene separado físicamente de los trabajadores por medidas de seguridad. Aunque no se ha revelado el coste exacto del desarrollo de este robot, Parness ha afirmado que representa una gran oportunidad de negocio, tanto por la reducción de costes operativos como por la mejora en los tiempos de entrega y disminución de errores.
Y es que uno de los factores más costosos en la logística de Amazon es la gestión de devoluciones, muchas de las cuales se producen por errores en el embalaje de los productos. La precisión que puede aportar un robot como Vulcan en este tipo de tareas podría significar un importante ahorro económico, según expertos como Bill Ray, analista de Gartner.
Por el momento, Vulcan opera exclusivamente en Spokane, aunque Amazon ya está probando una variante capaz de seleccionar productos específicos en Hamburgo, Alemania. La compañía ha anunciado que prevé expandir el uso de Vulcan a más instalaciones en Estados Unidos y Alemania a partir de 2026.
Este movimiento ocurre mientras otros proyectos de robótica de Amazon, como el robot bípedo Digit de Agility Robotics, aún no han demostrado mejoras significativas en eficiencia operativa. Aun así, Parness considera que lo verdaderamente disruptivo no es la forma del robot, sino su capacidad de interactuar con el entorno de manera inteligente: “No importa si el robot tiene piernas, ruedas o está anclado al suelo. Lo que lo hace útil es su sentido del tacto. Ese es el punto de inflexión para mí, y creo que ya lo hemos alcanzado”.
En conclusión, aunque la automatización avanza a pasos agigantados en los centros logísticos de Amazon, el discurso oficial insiste en que los robots no llegan para reemplazar al ser humano, sino para colaborar con él, haciéndolo más eficiente, seguro y capacitado para tareas de mayor valor añadido. Con Vulcan, Amazon no solo refuerza su posición en la vanguardia tecnológica, sino que redefine el equilibrio entre trabajo humano y automatización en el corazón de su imperio logístico.