Los estadios, ya sean de fútbol, conciertos o grandes eventos, son espacios donde se congregan miles de personas para disfrutar de un espectáculo. Sin embargo, gestionar la seguridad de estos eventos masivos no es tarea sencilla. Con el auge de nuevas tecnologías, la inteligencia artificial (IA) y el interferómetro de anillo de fibra óptica (FoRI, por sus siglas en inglés) se posicionan como herramientas clave para fortalecer la seguridad y garantizar la tranquilidad de los asistentes. Estas tecnologías innovadoras no solo ayudan a prevenir posibles incidentes, sino que también ofrecen a los equipos de seguridad una visión clara y en tiempo real de lo que ocurre en el estadio.
Desafíos clave para la seguridad en estadios
La seguridad en los estadios se enfrenta a múltiples retos, y uno de los más evidentes es la magnitud de los recintos. Estos edificios enormes, que pueden albergar desde decenas de miles hasta más de cien mil personas, están diseñados con múltiples entradas, zonas de estacionamiento, pasillos subterráneos y áreas de acceso restringido. Cada rincón debe ser vigilado continuamente, lo que representa un desafío de proporciones considerables.
Además de la complejidad estructural, los equipos de seguridad deben estar preparados para enfrentarse a una amplia gama de amenazas. Entre los riesgos más comunes se encuentran las avalanchas de personas, el desorden público, el vandalismo e incluso ataques dirigidos a individuos específicos. En la actualidad, también han surgido amenazas más sofisticadas, como la actividad de drones y los ciberataques, que complican aún más la labor de los equipos de seguridad.
Otro desafío importante es la gestión de la enorme cantidad de datos que generan las cámaras y sensores instalados en los estadios modernos. Estos dispositivos son esenciales para monitorear el comportamiento de los asistentes y detectar posibles amenazas, pero el volumen de información que producen puede ser abrumador. En un estadio de gran capacidad, se necesitan entre 900 y 1,000 cámaras para cubrir todas las áreas, lo que implica que el equipo de seguridad debe procesar enormes cantidades de información en tiempo real. Sin el apoyo de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, sería casi imposible identificar amenazas de manera eficiente en medio de tal cantidad de datos.
La combinación de IA y tecnología FoRI para mejorar la seguridad
La tecnología de interferómetro de anillo de fibra óptica (FoRI) utiliza un bucle de fibra óptica como elemento sensor, creando una red de detección extremadamente sensible a cualquier perturbación, incluso a algo tan sutil como el sonido de un copo de nieve cayendo. Integrar esta tecnología con la inteligencia artificial lleva la seguridad de los estadios a un nivel completamente nuevo. En este contexto, el FoRI actúa como los «ojos y oídos» del estadio, mientras que la IA se convierte en su «sistema nervioso central». Juntos, forman un sistema capaz de identificar anomalías de seguridad y alertar al equipo de vigilancia sobre posibles incidentes.
La IA es capaz de detectar lo que se denomina «anomalías de audio», que son variaciones en el nivel de sonido que podrían indicar la presencia de un problema. Normalmente, el ruido ambiental de un estadio lleno ronda los 80 decibelios, pero un aumento repentino en el nivel de sonido en una sección específica podría señalar el inicio de una pelea o altercado. Cuando la IA detecta una anomalía de este tipo, enfoca una cámara hacia la zona en cuestión, graba los siguientes 60 segundos de actividad y envía un informe detallado al equipo de seguridad. Este informe no solo incluye imágenes en tiempo real, sino también detalles sobre la cantidad de personas involucradas, su descripción física, su dirección de movimiento y otros datos relevantes.
Este sistema inteligente clasifica y caracteriza cada anomalía según un nivel de riesgo predefinido. Además, con cada incidente que detecta, el sistema mejora su capacidad para evaluar y responder a futuras situaciones, lo que lo hace cada vez más eficiente con el tiempo.
Instalación y beneficios de los sistemas portátiles FoRI
Uno de los mayores beneficios de los sistemas de seguridad FoRI es su capacidad para integrarse de manera discreta en la infraestructura existente sin necesidad de complejas instalaciones. Los cables de fibra óptica no se ven afectados por descargas electromagnéticas, lo que los convierte en una solución ideal tanto para exteriores como para interiores. Además, estos sistemas ofrecen una cobertura extensa, pudiendo asegurar todas las esquinas de un estadio, proporcionando una protección de 360 grados que garantiza que ninguna amenaza pase desapercibida.
Otra ventaja importante de los sistemas FoRI es su durabilidad y sostenibilidad. Estos sistemas son resistentes a las inclemencias del tiempo, inmunes al viento, la arena y las fluctuaciones de temperatura, y su consumo de energía es mínimo. Pueden funcionar con batería, corriente continua o incluso energía solar, lo que los convierte en una solución respetuosa con el medio ambiente.
A pesar de su tecnología avanzada, los sistemas FoRI son extremadamente fáciles de operar. Son portátiles y su instalación es del tipo «plug-and-play», lo que significa que no requieren configuraciones complicadas. Los cables de fibra óptica se pueden camuflar fácilmente, y todo el sistema se puede gestionar desde un dispositivo móvil, lo que permite a los equipos de seguridad monitorear y reaccionar a distancia.
Un futuro más seguro para los eventos en estadios
En la búsqueda por mejorar la seguridad pública, cada segundo cuenta. Las tecnologías que combinan la precisión y adaptabilidad de la inteligencia artificial con la sensibilidad y sutileza de los sistemas FoRI representan el futuro de la seguridad en estadios y grandes espacios públicos. Gracias a su capacidad para detectar incidentes con antelación y ofrecer una visión detallada de lo que ocurre en tiempo real, estas plataformas permiten a los equipos de seguridad anticiparse a las situaciones potencialmente peligrosas y responder de manera más rápida y eficiente.
A medida que más estadios alrededor del mundo adoptan estas tecnologías, se añaden capas adicionales de seguridad que aumentan la confianza tanto de los organizadores de eventos como de los asistentes. Con estas innovaciones, la seguridad en los estadios no solo es más robusta, sino también más inteligente, permitiendo que el foco de atención permanezca donde debería estar: en el evento.