El próximo 10 de octubre, Tesla celebrará un evento de gran relevancia titulado «We, Robot» en los estudios Warner Bros. en Burbank, California. Según el propio Elon Musk, CEO de la compañía, este evento podría convertirse en el más grande en la historia de Tesla. La expectación es enorme, especialmente después de que el evento, originalmente previsto para el 8 de agosto, se postergara para permitir la realización de cambios críticos en el diseño y otras preparaciones necesarias.
Este evento será clave para el futuro de Tesla, ya que se espera que desvele un prototipo de robotaxi, posiblemente denominado «Cybercab», que según rumores sería un sedán de dos puertas con una apariencia frontal similar al Model 3. Además del prototipo, se discutirán temas como el tamaño del mercado de los robotaxis, los plazos para alcanzar la conducción autónoma completa (FSD por sus siglas en inglés) y las proyecciones de crecimiento de ingresos impulsadas por la inteligencia artificial.
Expectativas encontradas en torno al evento
El panorama de expectativas para el evento «We, Robot» es mixto, y los bancos han mostrado posturas dispares sobre su posible impacto. Por un lado, Bank of America señala que, aunque las expectativas del mercado se han moderado debido a los retrasos, el evento sigue siendo una oportunidad para que los inversores comprendan mejor las capacidades actuales de la conducción autónoma de Tesla, así como los aspectos operativos y estructurales de su negocio de robotaxis. Tesla ha apuntado a 2025 como la fecha de lanzamiento de su servicio de robotaxis, el cual integrará tanto su flota existente como nuevos vehículos de la propia compañía.
Por otro lado, Morgan Stanley muestra una visión más cautelosa. El analista Adam Jonas ha advertido que el evento podría no cumplir con las altas expectativas de los inversores. A pesar de que Tesla probablemente muestre avances en la versión 12.5 de su software FSD y ofrezca paseos en el primer prototipo de Cybercab, Jonas no espera grandes sorpresas. Además, señala que es posible que Tesla haga comparaciones de su tecnología autónoma con los datos de seguridad de vehículos conducidos por humanos, algo que podría diluir el impacto del evento.
Mientras tanto, otras empresas también se preparan para entrar al mercado de robotaxis. Uber Technologies, junto a BYD, está avanzando en sus propios servicios autónomos, y ha anunciado que pronto ofrecerá vehículos autónomos de Waymo en su plataforma en ciudades como Austin y Atlanta. También ha formado una alianza estratégica con WeRide para introducir vehículos autónomos en Abu Dabi, y ha cerrado un acuerdo con Cruise, una filial de General Motors, para integrar su flota autónoma en el servicio de Uber. Estos movimientos reflejan la creciente competencia en el sector, donde también destacan empresas como Pony.ai, Aurora Innovation, Motional y la empresa de robótica de Amazon, ZOOX.
Un evento decisivo para el futuro de Tesla
El evento del 10 de octubre no solo es significativo por lo que Tesla podría presentar, sino por lo que podría significar para el futuro de la empresa. En la semana anterior, las acciones de Tesla experimentaron un aumento del 5.6%, impulsadas en parte por el próximo reporte de entregas del tercer trimestre, que se publicará el 2 de octubre. Sin embargo, la verdadera apuesta se juega en el evento «We, Robot», que podría ser un catalizador aún más poderoso para el valor de las acciones de Tesla. Históricamente, el valor de las acciones de Tesla tiende a subir en torno a eventos importantes, solo para retroceder en la semana posterior. Si este patrón se repite, el 10 de octubre podría marcar un antes y un después para la empresa, especialmente teniendo en cuenta la enorme presión que existe en torno a los avances de la conducción autónoma.
Tesla ha cambiado su estrategia en torno al robotaxi, aplazando otros proyectos, como el del vehículo compacto de 25,000 dólares, que era muy esperado por los consumidores. Elon Musk justificó esta decisión diciendo que quedó «asombrado» por el progreso del software de conducción autónoma en su versión 12. Sin embargo, este giro ha dejado perplejos a muchos, incluso a los ingenieros de Tesla, quienes ahora enfrentan una gran presión por el éxito del evento.
El retraso en la fecha original del evento aumentó la incertidumbre, pero la maquinaria publicitaria de Tesla ha conseguido convencer a muchos inversores de que algo revolucionario está a la vuelta de la esquina. No obstante, la historia nos dice que eventos de esta magnitud rara vez cumplen con las expectativas elevadas que se les asignan.
¿Un lanzamiento histórico o un desinflado lanzamiento?
Aunque Musk ha afirmado que el evento será «uno para los libros de historia», hay signos de que el esperado lanzamiento del robotaxi podría no ser el cambio de juego que muchos esperan. Uno de los puntos que genera más dudas es la forma en la que se anunció este proyecto. El anuncio pareció más una reacción rápida a un informe de Reuters que indicaba que Tesla había cancelado sus planes para un compacto EV. En lugar de una revelación cuidadosamente planificada, el anuncio del robotaxi pareció apresurado y más orientado a cambiar el foco mediático.
Otro aspecto que genera escepticismo es la decisión de Tesla de centrar sus esfuerzos en el robotaxi, apartando de su estrategia la arquitectura vehicular «sin caja», que prometía revolucionar la fabricación. En lugar de emplear esta arquitectura para los autos eléctricos asequibles, Tesla ha decidido reservarla para el robotaxi, lo que plantea más preguntas sobre su estrategia a largo plazo.
El evento del 10 de octubre, más allá del espectáculo que podría ofrecer, será una prueba de fuego para Tesla. Si el robotaxi no cumple con las expectativas, no solo se verá afectado el precio de las acciones, sino también la confianza en los ambiciosos planes de Musk para la conducción autónoma. La presión está en su punto máximo, y el 10 de octubre podría ser recordado como un momento histórico, ya sea para bien o para mal.